"La Tierra del Fuego"

En las expediciones de Shelios siempre nos ocurre el curioso fenómeno de que, tras cumplido el objetivo principal -en este caso, la observación del eclipse- entramos en una especie de "postclímax" que hace que los últimos días del viaje no tengan ese componente de ansiedad y expectación que precede a lo que vamos a observar. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido así, pues la ruta que finalizará nuestra aventura patagónica nos lleva estas últimas jornadas hacia uno de los destinos más míticos de los viajeros de todo el mundo, la Tierra del Fuego.

A mediodía de hoy salimos de Casa Monserrat, nuestro albergue en Punta Arenas, para encaminarnos hacia el cruce del Estrecho de Magallanes por su embocadura atlántica, un paso de pocos kilómetros de ancho conocido en Chile como la "Primera Angostura". El fuerte viento, las corrientes y la bajamar retrasaron nuestro embarque en la barcaza unas cuatro horas, hasta que la marea fue más propicia y pudimos por fin franquear el Estrecho. En los apenas 30 minutos de ventosa travesía, pudimos rememorar como se debieron sentir Magallanes y su tripulación cuando pasaron por estas agitadas aguas.

El retraso y el paso a Argentina por la frontera de San Sebastián, hicieron que llegáramos a nuestro destino final, la ciudad de Río Grande, pasadas las once de la noche. Estas poblaciones de la Tierra del Fuego se caracterizan por su dispersión, amplias avenidas y casas bajas, coloreadas y de techos inclinados. Y todo el paisaje, con el omnipresente viento de la Patagonia. Hoy no pudimos hacer la actualización de este diario por la falta de cobertura, pero mañana, que llegaremos a la emblemática ciudad de Ushuaia, trataremos de mandarlo desde la población más austral del mundo.

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