Dejamos temprano nuestra cabaña del camping de Berkåk, y reemprendemos camino por la carretera E-6 hacia la cercana y milenaria ciudad de Trondheim, la tercera población de Noruega, con casi 140.000 habitantes. En una breve parada tuvimos ocasión de visitar la impresionante catedral Nidaros, sede de la Iglesia Evangélica Luterana de Noruega y lugar donde son coronados los reyes de este país.

Hoy el día ha sido muy lluvioso, y en el camino al norte cada vez nos adentramos más en el bosque boreal, salpicado con las típicas casas escandinavas de luminosos colores. La constante del paisaje es el agua en todas sus formas: ríos, torrentes, cascadas, y lagos, muchos lagos... además de la lluvia, para nuestra preocupación de cara a partir de mañana, que cruzaremos el círculo polar. A partir de ahí, técnicamente, ya podríamos empezar a ver el Sol de medianoche... si los dioses vikingos de estas húmedas tierras infestadas de mosquitos nos abren los cielos.

A última hora de la "tarde" -las diez de la noche-, hacemos parada y fonda en la pequeña población de Mosjøen, justo en los 66 grados de latitud norte, y a poco más de 100 kilómetros del círculo polar. Seguimos cumpliendo con la planificación inicial. Ójala que las condiciones meteorológicas también lo hagan. La maxima de hoy ha sido de 13º, y se preven unos 7º de mínima en la cortísima noche (apenas media hora) de este último día de junio.

Imagen 1.- El guionista Santiago Pardo y el cámara Javier Duarte, ambos de la productora Media Report, en plena faena de documentar la expedición.

Imagen 2.- Adela Iglesias, nuestra sanitaria y fotógrafa, ante la restaurada catedral medieval de Trondheim, finalizada hacia el año 1300.

Imagen 3.- El coche de Sol 2002 en el Parque Nacional de Børgefjell.

Imagen 4.- Una muestra de la copiosa lluvia del Parque y del buen funcionamiento de las prendas de Baleno.

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