Esta mañana, los componentes de la expedición Sol 2002 hemos despegado de Tenerife rumbo a Oslo, vía Amsterdam. El viaje ha transcurrido sin novedad, llegando a la capital noruega a las nueve de la "tarde" hora local. Dada la época del año en la que nos encontramos y la elevada latitud de estas tierras, comprobamos que no se pone el Sol hasta pasadas las once de la noche (!). Este es precisamente el objetivo principal de la presente aventura, observar al astro rey rozar el horizonte por encima del círculo polar ártico, sin llegar a ocultarse: el Sol de Medianoche.

Nos ha llamado la atención al sobrevolar el sur de Noruega el verdor del bosque boreal y los impresionantes fiordos que salpican la accidentada costa escandinava. El tiempo es variable, con nubes y claros, y visitamos rápidamente la capital noruega antes de alojarnos en una cabaña a las afueras de la ciudad. Nuestra intención es salir mañana temprano (el Sol sale a las cuatro y media de la madrugada, pero no lo haremos tan pronto...) a bordo del monovolumen que hemos alquilado, y emprender ruta hacia el Norte, rumbo a Trondheim. La noche es fresquita y humeda, con mosquitos incluidos, y nos disponemos a descansar para afrontar los próximos días en carretera.

Imagen 1.- Vista aérea de los alrededores de Amsterdam poco antes de aterrizar para hacer escala en el largo vuelo a Oslo.

Imagen 2.- Otra imagen del inmenso puerto de la ciudad holandesa.

Imagen 3.- ¡Llegamos a Noruega! Un fiordo asoma entre las nubes.

Imagen 4.- Una plaza céntrica de Oslo frente al puerto, la Radhusplassen, en la que destaca el edificio del fondo, la Oficina de Turismo. Pudimos ver una espectacular exposición de fotografías de todo el mundo.

Imagen 5.- Slottet, el Palacio Real y residencia de los monarcas Harald V y Sofia de Noruega, construido hacia 1835.

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