“...y comienzan los hielos eternos...”, es el eslógan publicitario de una marca de cerveza patagónica, y, como hemos visto, fiel reflejo de la dura y aislada realidad de este remoto lugar. Aislamiento que nos ha limitado en nuestras posibilidades de comunicación, y que por ello no nos ha permitido actualizar este diario en los últimos días.

Tras nuestra llegada a Puntas Arenas el 15 de noviembre, partimos temprano por la mañana del día siguiente con los dos vehículos de la expedición, furgonetas todoterreno con sendos remolques, acompañados por nuestros conductores, Rubén y José, y Gabriel Rojas, el guía, que viajarán con nosotros durante todo el recorrido de Shelios 2003.

Así, el 16 de noviembre, lo dedicamos casi por completo a viajar rumbo Norte desde Punta Arenas hacia el Parque Nacional de las Torres del Paine, a unos 400 kilómetros de distancia, por carreteras que pronto dejaron de ser de asfalto para convertirse en pistas de tierra. A lo largo de este recorrido pudimos ser afortunados testigos de unos de los ejemplares más emblemáticos de la fauna del lugar, los guanacos, un mamífero de la familia de las llamas; además de empezar a apreciar cada vez más de cerca la salvaje belleza de la Patagonia.

Hoy destacaron los problemas que tuvimos con el remolque de una de nuestras furgonetas, que apenas pudo pasar por el puente de entrada al Parque Nacional, debido a la extremada estrechez del mismo. Este puente fue construido en los años 40 del pasado siglo por ingenieros ingleses con el fin de permitir el paso de carros y animales sobre un río de deshielo glaciar.

Hacemos alto y acampamos al pie de las Torres del Paine, dispuestos a emprender mañana una excursión hacia estas inmensas moles de granito. El cambiante clima, que estuvo tanto nublado como soleado todo el día, nos permitió vislumbrar a medianoche las Nubes de Magallanes, con el telón de fondo de estas magníficas montañas nevadas. Esperemos que el tiempo nos acompañe cuando salga el Sol tras las cortas noches patagónicas...

Imagen 1. Las largas y accidentadas carreteras de la Patagonia. (Foto Héctor Vicente)

Imagen 2. ¡Viene Shelios! Una familia de guanacos cruzó inesperadamente por delante de nuestros vehículos. (Foto Miquel Serra)

Imagen 3. La expedición, en su “ajustada” entrada al Parque Nacional de las Torres del Paine. (Foto Adela Iglesias)